Sául J. Trejo El automóvil súper deportivo se desplaza por el montañoso camino. La joven de espléndida belleza apremia al conductor para que acelere, porque disponen de poco tiempo antes de que el sol despunte sobre la cima. El eco de los caballos mecánicos irrumpe el silencio del amanecer profanando aquel ambiente casi virgen. La niebla cubre todo. Las casas que salpican el paisaje escupen volutas de humo, hace frío. El odómetro marca 160 kilómetros por hora, demasiado para el escaso peralte de la curva que se aproxima. El conductor pisó el pedal del freno y el sistema ABS asistido por el control de tracción y estabilidad mantuvieron al automóvil sobre la cinta asfáltica, quizás un ligero subviraje al salir de la curva que el conductor corrige con un suave movimiento del volante. La mujer sin ver al conductor, con un movimiento rápido activa el botón de manejo “ Race ” situado junto a los instrumentos, exigiendo a la máquina mayor aceleración. Casi al mismo instante...
Blog de narrativa chiapaneca y de otras latitudes